8. Imperialismo europeo en
África en el siglo XIX
Atrocidades en el Congo Belga:
El Congo Belga fue otorgado al rey belga Leopoldo II en la
Conferencia de Berlín de1884 para que sirviera de tapón entre las esferas de
influencia de los ingleses y de los franceses. El rey obtenía marfil de esta
colonia y lo vendía, aunque el negocio no era muy rentable. Cuando hubo demanda
de caucho natural en Europa y Estados Unidos, la situación mejoró para el rey y
empeoró para el Congo, pues en ese momento entraron por concesión las empresas
a explotar sin misericordia los recursos naturales del territorio; los
empresarios obraron sin escrúpulo alguno. Los reglamentos impuestos por estas compañías extranjeras
los ejecutaba la Force Publique o Fuerza Pública, un grupo de nativos armados al servicio de las
empresas extranjeras. Los peores de todos eran los Zappo-Zaps que incluso eran caníbales.
Poblaciones enteras podían ser arrasadas si no obedecían las órdenes impartidas
por las empresas o si no cumplían con la cuota mínima diaria de caucho
extraído. Se utilizó el trabajo forzado, la esclavitud y el terror para obligar
a los nativos a recoger el caucho en forma barata. No había horarios de
trabajo, no se pagaba, se maltrataba, se mutilaba, pues los soldados de la Force Publique cortaban las manos y los
pies de los negros para justificar el uso de balas que realmente las habían utilizado
para la cacería personal. Eran regiones que se convirtieron en infiernos en la
tierra. Misioneras
como Alice Seeley Harris registraron estos hechos usando la
fotografía como forma de documental y le informaron al mundo de los horrores
que estaban pasando…en nombre del imperialismo. Tanta fue la presión a nivel
internacional, que al fin el gobierno belga se anexionó el Estado libre del
Congo y acabó con los abusos de las empresas que habían saqueado a este
territorio.
Las atrocidades practicadas por los explotadores europeos junto
con las epidemias15 (viruela, disentería) y
las bajas en la tasa de natalidad hicieron que disminuyera la
población del Congo hasta en 15 millones
de habitantes.
Lectura 48
Ejes europeos en el África siglo XIX
Eje inglés:
Cecil Rhodes fue un empresario inglés que vivió en Suráfrica. Se
volvió inmensamente rico invirtiendo en la minería: para 1890, había
monopolizado el negocio de los diamantes a nivel mundial. También invirtió en
el cultivo de frutas de exportación y acrecentó aún más su capital.
Pensaba que los hombres de habla inglesa estaban llamados a ser la
primera raza del mundo: entre más gente hablara inglés, mejor para todos. Por
eso, creía que Inglaterra tenía que colonizar todo lo que pudiera: cada lugar
colonizado podía tener representación en el Parlamento inglés en Londres. Entró
a la política con el fin de poner sus ideas en práctica. Decía que los miembros
de la raza negra (bárbaros para él) tenían que estar sujetos a la raza blanca quien
decidiría qué era lo mejor para ellos, pues solo eran aptos para trabajar en
labores manuales. Encerró a la población negra en enclaves para despejar las mejores
tierras para los blancos y desarrollar la industria.
Fiel a sus creencias, Rhodes quiso ampliar la extensión de tierras
para la corona inglesa… y de pasada enriquecerse él mismo. Soñó con construir
un ferrocarril inglés que uniera las ciudades del Cabo y Cairo, al norte del
continente africano. Eso lo administraría él mismo, no la Corona. Por medio de
engaños convenció a los jefes de las tribus hacia el norte de hacer tratados
para quedarse con sus tierras. Así fue devorando la tierra desde Suráfrica
hasta la región de los lagos en el río Zambezi, donde se adueñó de una gran
extensión de tierra que llamó Rhodesia (hoy Zimbabwe).
Mientras tanto, Inglaterra se expandía de Norte a Sur, desde Cairo
hacia la región de los lagos en la mitad del continente africano. Rhodes casi
logra su sueño del ferrocarril, pero Bélgica, dueña del Congo y Alemania, dueña
de Tanganyika, frustraron su sueño en el centro mismo del África. El eje inglés
norte-sur sólo se logró después de la Primera Guerra Mundial cuando Inglaterra
se quedó con Tanganyika.
Sociales 8 Bimestre: II Número de clase: 5
Eje francés:
Los
franceses miraban las arenas del Sahara, gran desierto al norte del África (ver
imagen), con la idea de
hacerse
a ellas, por su prestigio de potencia europea.
De
hecho, Francia ya dominaba la región de Argelia y de Túnez. ¿Por qué no buscar
la posesión de tierras
que
unieran el océano Atlántico con el océano Índico? El plan no era ilógico.
Francia podría controlar las rutas de las caravanas que atravesaban el Sahara y
de paso el comercio en la región del Nilo. Hasta pensaba en la posibilidad de
sacar a Inglaterra de Egipto. Ya Francia tenía una colonia en Djibouti sobre el
mar Rojo y quería dominar el resto. Se apropió de las tierras del África
Occidental (hoy en día Senegal, Mali, Níger, Chad) y la franja conocida como el
Sahel al sur del desierto con relativa facilidad, pues no había
tribus
africanas que se le opusieran.
El
problema vino cuando en 1898, el general francés Marchand llegó a Fashoda,
ciudad a la altura del río Nilo. Allí esperaba encontrar refuerzos franceses
que vendrían desde Djibouti pero nunca llegaron porque los etíopes no los
dejaron atravesar su territorio. A cambio, se encontró con sus grandes
enemigos, los ingleses, a cargo del general Kitchener, comandante del ejército
anglo-egipcio, apoyado por barcos de guerra ingleses. Se dio la famosa crisis
de Fashoda: los franceses pretendían controlar el Nilo Blanco (que viene del
sur) y de pasada sacar a Inglaterra de Sudán y hasta de Egipto. Los ingleses no
iban a permitir esto. Los comandantes mantuvieron la calma. La guerra parecía
inminente pero el gobierno francés decidió no declararle la guerra a Inglaterra
porque era mejor tener a Inglaterra de amiga en caso de un ataque alemán, así
que le ordenó a Marchand se retirara y de este modo, Inglaterra prevaleció.
¿Cuál
fue el acuerdo a qué llegaron? Francia se retiraría de Sudán y a cambio tomaría
el control completo
sobre
Marruecos, e Inglaterra se quedaría en Sudán y Egipto. En casa, muchos
franceses se sintieron humillados por esta “derrota” diplomática, (hasta se
publicó una caricatura de un perro bóxer inglés botándole restos de comida a un perro poodle francés) pero la historia
habría de mostrar que la decisión francesa fue acertada. Francia no logró
construir su famoso eje oriente-occidente porque Inglaterra se lo impidió.
5 Sociales 8
Imperialismo en Asia en el siglo XIX
Guerras del Opio en China:
Las guerras del opio estallaron cuando los chinos no quisieron
comprar artículos ofrecidos por los ingleses porque no les interesaba; esto era
grave para los ingleses pues aumentaba su déficit comercial. Por eso, éstos
ofrecieron opio a cambio de productos chinos. Esta “solución” buscaba volver
adictos a los chinos, por lo que
era una “solución” indiscutiblemente inmoral: el opio (látex de la
amapola) es una mezcla de sustancias que tiene una droga narcótica y analgésica
llamada morfina.
Cuando se procesa, se produce heroína y codeína. El opio es
adictivo; adormece a quien lo usa y deteriora su salud. El tráfico del opio era
manejado por los ingleses: lo producían en India y lo exportaban a la China y
al
sureste asiático con la complicidad de los funcionarios locales
corruptos que permitían su ingreso. En 1840, el emperador chino intentó frenar
la venta de opio a su gente, pues los trabajadores utilizaban el 60% del sueldo
para comprar esta droga, en detrimento de su familia y su salud y la economía
china. El gobierno chino amenazó de muerte a los chinos que traficaran con opio
y expulsó a los comerciantes ingleses; de inmediato, la corona inglesa envió
una poderosa flota para defender sus intereses. El ejército chino fue
rápidamente vencido: los ingleses obligaron a la China a cederles la isla de
Hong Kong y otras más, a permitir el flujo del opio a territorio chino y a
abrir los puertos sobre el Mar de China Oriental (1842). Los chinos,
indefensos, veían cómo los extranjeros hacían con ellos lo que querían, patrón
que se repetiría una y otra vez.
China fue nuevamente derrotada en una segunda guerra del opio
(1856-60): franceses, rusos y japoneses
obligaron al gobierno chino a firmar los famosos “Acuerdos
Desiguales” que favorecían a los extranjeros.
La superioridad militar y financiera occidental y la corrupción de
los funcionarios chinos no permitieron al Imperio Chino defender su soberanía y
sus intereses.
La rebelión de los Boxers en la China:
En 1895, China fue derrotada por el Japón. La humillación de los
chinos fue completa: perdió territorio (Formosa y otras islas), pagó una fuerte
indemnización y otorgó más concesiones comerciales. Poco a poco, fue creciendo
el odio de los chinos hacia los extranjeros y hacia su propio gobierno, incapaz
de hacerle frente a todas estas tragedias. ¿Cómo era posible que los
extranjeros pudieran matar a los chinos sin sufrir consecuencia alguna?
Los chinos también criticaban el trabajo de los misioneros. En una
ocasión, el gobierno los favoreció en contra de los chinos (1899) y por eso
estalló la rebelión de los Boxers.
Los Boxers (boxeadores) era una sociedad secreta política seguidora de las
artes marciales compuesta por 100.000 miembros que buscaba expulsar a los
extranjeros de la China. Se le llamó a esta rebelión el Levantamiento Yihetuán,
lo que que significa el de los puños rectos y armoniosos hacia arriba (pensaban
que los hacía inmunes a las armas). Fueron utilizados por la emperatriz Cixi
para reafirmar su poder. Atacaron a los extranjeros, quienes se refugiaron en
sus embajadas, pero los Boxers los asediaron. Mataron al embajador
alemán y a otros extranjeros (130.000 civiles extranjeros y
chinos). Este hecho despertó la furia de las potencias
extranjeras, quienes enviaron tropas (54.000 efectivos) y obligaron a los Boxers a retroceder. Este ejército
de
rescate entró triunfante a Pekín, la saquearon, la destruyeron y cometieron
atrocidades contra sus habitantes. La rebelión terminó en 1901 con derrota de
los chinos.
Para China, las consecuencias de la Rebelión de los Boxers fueron graves. Las potencias
extranjeras obligaron a la China a ejecutar a diez (10) oficiales militares
participantes en la rebelión, pagar una millonaria indemnización, dar más
concesiones comerciales y lo peor de todo, permitir el estacionamiento de
tropas extranjeras en territorio chino. Este tipo de situaciones claramente
imperialistas aumentó el odio de los chinos hacia los extranjeros.
La Rebelión de los Cipayos en India:
En 1857, los cipayos, los soldados indios nativos que conformaban el ejército de la
Compañía Británica de la Indias Orientales, se amotinaron contra los ingleses por
muchas razones: la Compañía Británica le quitaba tierra a los indios, los
obligaba a adoptar costumbres occidentales, criticaba costumbres arraigadas indias
(el matrimonio entre niños y la suicidio de la viuda en la pira de su difunto esposo),
le decía a los campesinos cuáles productos sembrar (algodón, café, té, índigo)
en detrimento de productos de subsistencia y no les pagaba bien. La Compañía
importaba telas baratas de Inglaterra, quebrando a las industriales artesanales
locales que no podían competir con las fábricas inglesas. Los indios sentían
que no se hacía justicia con los oficiales británicos que cometían actos atroces
y no se les condenaba. Para rematar, la Compañía hizo pasar le Doctrina del lapso según la cual, si un
terrateniente moría sin tener heredero directo varón, su tierra pasaba
automáticamente a la Compañía.
En 1857 había 257.000 soldados cipayos, muchos de ellos
descontentos por estar mal pagos. La situación se agravó cuando los oficiales
británicos les ordenaron utilizar un fúsil cuyo cartucho de papel tenía una
membrana de grasa que había que rasgar con los dientes para utilizarlo. Los
soldados hindúes se rehusaron a morder la grasa por ser de res y los musulmanes
por ser de cerdo: en ambos casos esto estaba prohibido por su religión. Por eso
rehusaron obedecer y los ánimos se caldearon. En esas un cipayo hirió a un
sargento inglés y el oficial inglés al mando lo hizo ejecutar. Enseguida el
oficial mandó disolver el regimiento y envió a los cipayos a la casa…..¡sin
paga! Se “prendió la mecha”: un soldado cipayo que se atrevió a liderar la
revuelta fue colgado por los ingleses. Esto no hizo más que atizar el fuego de
rebelión.
La revuelta comenzó a extenderse hacia el norte y el centro de la India
(el sur no la sintió).
Los cipayos llegaron a Delhi donde obligaron al emperador mogol a
liderar la rebelión. Hubo muchos enfrentamientos, pues no todos los indios
apoyaban a los rebeldes; ¿pensaban “Cómo podemos derrotar a los ingleses si no
estamos unidos?” Los cipayos nunca pudieron organizarse para derrotar a los
ingleses.
Los ingleses obtuvieron el apoyo de los sikhs y de los gurkhas (habitantes al norte de la
india que odiaban a los mogoles). Llegaron a Delhi y la sitiaron hasta que ésta
se rindió. Después la saquearon y asesinaron a un gran número de indios tanto
combatientes como civiles. Decapitaron a los tres hijos del emperador y
exhibieron sus
cabezas como escarmiento para la población.
En Kanpur, el regente mandó masacrar a mujeres y niños ingleses a
quienes tenía de rehenes. Cuando los soldados ingleses vieron semejante
masacre, tomaron represalias atroces contra la comunidad india: los cipayos
capturados fueron ejecutados atándoles a la boca de los cañones: al disparar el
cuerpo prácticamente se desintegraba, lo cual significaba para los hindúes la
imposibilidad de la reencarnación tan profundamente sagrada para ellos.
Revueltas semejantes se dieron en otros sitios (Lucknow y Jhansi).
El patrón se repetía una y otra vez: el odio acérrimo de los indios contra los
ingleses se manifestaba permanentemente y las atrocidades cometidas por los
indios no cesaban; enseguida, los ingleses se vengaban cometiendo verdaderos
horrores.
Los ingleses estuvieron en control hacia finales de 1857. En 1859
los líderes de la revuelta habían muerto o habían huido del país. Ambos bandos
habían cometido crímenes de guerra y ninguno perdonaba. Los ingleses torturaron
con sevicia a los indios y hasta
pidieron el exterminio de los rebeldes. “Justificaron” sus acciones alegando que
así funcionaba el imperialismo y que ellos no iban a dejar de ser potencia.
¿Que dejó en claro esta rebelión? Que muchos cipayos odiaban a
ingleses, que no sabían para dónde iban, que no estaban unificados y luchaban
por distintos objetivos. No se vislumbraba la posibilidad de la independencia.
Los ingleses, en cambio, tenían muy claro que había que mantener sometida a
cualquier precio a la India para mantener su status de potencia imperialista. A
partir de 1859, la India pasó directamente a manos de la Corona quien la gobernaría
por 90 años más, convirtiéndose en la joya de la Corona Inglesa.
¿Quién tiene la mayor cantidad de territorio en el mundo?
¿En qué continente existe la mayor posibilidad de que se genere
un conflicto entre las potencias dominantes?
¿Entre cuáles de ellas y por qué?
¿Qué continente tiene más colonias?
¿Dónde sucede?
¿Qué sucede?
¿Qué efectos tuvo esto sobre la población local?
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